20.09.17 - Argentina.- Alteración del sueƱo, stress, hipertensión arterial e infartos son algunos de los problemas que genera la contaminación acĆŗstica. En la ciudad de Buenos Aires el nivel de ruido en calles y avenidas estĆ” al lĆmite de lo tolerable y, a pesar de que existe legislación, no se sanciona ni se controla a las fuentes que lo emiten.
Un estudio muestra los niveles de contaminación acĆŗstica por encima de lo permitido por ley y lo mĆ”s preocupante es el ruido nocturno. De los seis puntos de la Ciudad medidos, el mĆ”s ruidoso fue el de Corrientes y 9 de Julio donde se registraron, durante el dĆa, 76,18 decibeles (dB). Este resultado supera hasta a las inmediaciones del Aeroparque Metropolitano en donde los aparatos detectaron 69,45 dB. Pero la mayor preocupación la genera que las mediciones nocturnas son muy similares: despuĆ©s de las 22, bajan a 68 dB y 60 dB, respectivamente.
Para la OMS, los sonidos por encima de los 70 dB ya resultan molestos, y si superan los 90 dB, se vuelven daƱinos. Y por las noches recomienda no estar expuesto a mĆ”s de 55 dB ya que esto puede favorecer problemas de insomnio, concentración y hasta isquemias. Para comprender el aumento en los niveles de intensidad del sonido hay que aclarar que obedece a una escala logarĆtmica, esto es que cada 3 dB, la energĆa se duplica para el oĆdo humano.
El informe, realizado por la Universidad de Palermo con el Consejo Económico y Social porteƱo, muestra una baja leve, pero sostenida del ruido desde 2011, sin embargo, no obedece a una polĆtica pĆŗblica programada y menciona como causas "la gran renovación del parque automotor ocurrida como consecuencia del boom de la venta de automóviles de en 2012, 2013 y 2014 y el ordenamiento del trĆ”nsito que paulatinamente se va dando en la ciudad como consecuencia de la construcción de distintos sistemas de carriles exclusivos (Metrobus)".
Federico Saravia, presidente del consejo indicó: "Creemos que es una debilidad de la polĆtica pĆŗblica no cumplir con las leyes vigentes. La idea es desde el organismo generar iniciativas para poner el tema en agenda y reflexionar que el mapa de ruido que la ley obliga a implementar es para mitigar un contaminante y observar quĆ© medidas tomar. No sirve sólo sacar la foto".
En la Agencia de Protección Ambiental (Apra), cuyos Ćŗltimos datos oficiales son de 2014 y coinciden con los de la entidad educativa privada, indicaron que para fines de este aƱo se completarĆ” el mapa de ruido establecido por la ley 1540 y que se abordarĆ” la problemĆ”tica por comuna. La norma, sancionada en 2004, pone como lĆmite 65 dB para el dĆa en zonas residenciales y hasta 70 en zonas comerciales.
Mónica López Sardi, directora del grupo de investigación del Centro de Investigación en IngenierĆa Sustentable (CIIS) de la Facultad de IngenierĆa de la UP indicó: "Lo que mĆ”s nos llamó la atención en el Ćŗltimo registro, tomado el aƱo pasado, fueron los niveles de ruido en las noches. Ya venĆamos haciendo este trabajo y creemos que el ordenamiento de trĆ”nsito puede haber ayudado, pero tambiĆ©n es real que el parque automotor creció notoriamente".
La ciudad de Buenos Aires se encuentra entre las 10 urbes mÔs contaminantes del mundo y es un problema que se repite en las grandes metrópolis, especialmente provocado por el transporte automotor.
El experto en acĆŗstica del ITBA, Fernando Del Solar Dorrego, seƱaló que es el transporte pesado el mayor causante de esta problemĆ”tica. "Todas las grandes ciudades sufren este flagelo, pero es real que es difĆcil revertirlo. La verificación tĆ©cnica vehicular deberĆa hacerse en todo el parque automotor", explicó. "Un aeropuerto metropolitano tampoco ayuda, pero la mejora tecnológica en las turbinas ha dado buenos resultados. La distancia de la cual se escuchan o multiplican los ruidos tambiĆ©n dependen de la humedad ambiente", agregó el experto.
En la Apra indicaron que "se ha detectado sobre las trazas centrales, una considerable disminución sonora" y como ejemplos ponen el Metrobus 9 de Julio y el que corre por la Avenida San MartĆn, que, segĆŗn cifras oficiales, la reducción de la energĆa superó el 40 por ciento. En el gobierno porteƱo tambiĆ©n mencionaron la peatonalización del microcentro como una medida de reducción de sonido del 80% y, en otros puntos, como el Viaducto Carranza en el que se trabaja con un pavimento especial.
Hace 30 aƱos, el nivel acĆŗstico en las calles de la ciudad de Buenos Aires estaba entre los 50 y los 60 dB. Y, como se dijo, el aumento en tres decibeles de un sonido representa para el oĆdo humano el doble de volumen.
La Unión Europea determinó hace seis aƱos que la contaminación acĆŗstica es un problema de salud pĆŗblica. SegĆŗn sus estimaciones, Cada dĆa unos de 70 millones de europeos residentes en ciudades se ven expuestos a niveles de ruido superiores a 55 dB generados, exclusivamente por el trĆ”fico; 50 millones de personas sufren niveles excesivamente altos de ruido de trĆ”fico nocturno, que tienen efectos realmente perjudiciales para la salud de 20 millones.
Visto en infobae.com
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