No
obstante, coordinador del Área de Sueño de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el doctor Carlos Egea,
avisa de que actualmente existe "un elevado infradiagnóstico".
Aunque,
el Libro Blanco de la neumología en España apunta,
en este sentido, a que "el conocimiento de la población en general y de
los profesionales cada día es mayor, obligando a los expertos y a los
médicos de Atención Primaria a estar atentos a la presencia de factores
de riesgo y llevar a cabo estrategias para detectar esta patología",
explica.
Lo cierto es que cada vez se observa un mayor número
creciente de visitas en los servicios de neumología relacionados con la
apnea de sueño se deben a una mayor sensibilidad hacia esta patología
por parte de otras especialidades médicas y muy concretamente de
Atención Primaria, pero también por una mayor demanda de los pacientes
que poco a poco conocen mejor esta enfermedad y requieren un mejor
diagnóstico y posterior tratamiento.
¿Qué es la Apnea del Sueño?
La apnea de sueño o SAHS es un trastorno respiratorio que tiene lugar
durante el sueño, caracterizado por la repetida obstrucción de las vías
respiratorias. Esta obstrucción provoca paradas respiratorias que pueden
durar entre unos pocos segundos y varios minutos e impiden que el sueño
ejerza su función reparadora.
La causa de la apnea
de sueño está en la alteración de la vía aérea, especialmente la
faringe/laringe, que se estrecha e impide el paso del aire produciendo
el cierre de la vía respiratoria, y se produce por la debilidad o
excesiva relajación de la musculatura, por alteraciones anatómicas,
factores hereditarios u otras causas desconocidas.
"Al cabo de un tiempo más o menos largo, la respiración recupera la
normalidad con un ronquido fuerte o con un sonido gutural que puede
incluso despertar a persona afectada impidiendo un sueño continuado", ha
explicado el doctor Egea.
Las consecuencias de la
apnea del sueño pueden dividirse en los efectos físicos derivados de la
hipoxia, es decir, de la bajada de los niveles de oxígeno en sangre y en
otros órganos debidos a las paradas respiratorias, y que diferentes
estudio relacionan con enfermedades cardiovasculares como la
hipertensión arterial, la trombosis cerebral, la angina de pecho o el
infarto de miocardio y más recientemente, incluso se está valorando la
asociación con cáncer.
Por otro lado, los efectos de
la falta de un sueño reparador, y que hace que las personas que padecen
apnea del sueño sientan fatiga, pérdida de concentración, somnolencia
diurna e irritabilidad, y que pueden tener como consecuencia mayor
siniestralidad laboral o de accidentes laborales o de tráfico.
El doctor recuerda que suele afectar a hombres con sobrepeso, roncador y
mayor de 65 años, sin embargo también afecta a las mujeres
especialmente a partir de la menopausia; y para prevenir aconseja
adoptar hábitos saludables como una dieta equilibrada, evitar el
sobrepeso, hacer ejercicio físico de forma regular, abandonar el tabaco y
evitar el alcohol, son también pilares principales del tratamiento.
En cuanto a los tratamientos actuales, el médico recuerda que son muy
efectivos para las consecuencias negativas de esta patología, "tales
como la CPAP, un aparato que se utiliza mientras se duerme y que
mediante una mascarilla 'sopla' aire manteniendo abierta las vías
respiratorias, y los dispositivos intraorales, por si no se tolera la
CPAP, o el paciente lo demanda como primera opción".
Via noticias.lainformacion.com
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