Polémica por el cigarrillo electrónico

12.10.09 - Argentina.- El jueves próximo pasado, dábamos la información sobre la llegada a nuestro país del famoso "cigarrillo electrónico" y ya empezaron las polémicas.

"Parece un cigarrillo y se utiliza como tal, pero no lo es." Con estas palabras fue presentado días atrás Oxigen, un dispositivo electrónico vaporizador o -como popularmente se conoce a este tipo de productos- un cigarrillo electrónico o e-cigarette , que apunta a que sus usuarios experimenten la sensación de fumar, pero sin fumar.

Hoy, en la Argentina, existe una inmensa y creciente oferta de cigarrillos electrónicos a la venta (a través de Internet, aunque pronto llegarán a farmacias y supermercados), con precios que oscilan entre los 150 y los 400 pesos. Algunos contienen nicotina, otros no; algunos se publicitan como alternativas sanas al tabaco y otros como terapias para dejar de fumar.

Fuente: LaNacion.com

Sin embargo, desde su desarrollo en China, en 2004, los cigarrillos electrónicos no han parado de cosechar críticas por parte de médicos, sociedades científicas y organizaciones sanitarias. Las críticas van desde contener sustancias tan nocivas para la salud como las de los cigarrillos, hasta publicitarse como tratamientos de cesación del tabaco, cuando no hay evidencias al respecto.

"No existe evidencia científica que avale el uso de estos dispositivos para el tratamiento de la dependencia al tabaco, así como tampoco hay evidencias sobre la seguridad de su uso", dijo a LA NACION el doctor Fernando Verra, presidente de la Asociación Argentina de Tabacología (ASAT).

En cuanto a su utilidad como tratamiento para dejar de fumar, agregó el doctor Alejandro Videla, del Servicio de Neumonología del Hospital Austral, "la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó en septiembre de 2008 que no se los promocione con ese fin hasta que no se haya probado su eficacia, y esta recomendación aún no ha sido modificada".

Aún así, hoy se encuentran cigarrillos electrónicos que se promocionan en Internet con frases como "deje de fumar sanamente".

Algo más que vapor de agua

Quizás el aspecto más controvertido del cigarrillo electrónico sea su cuestionada inocuidad. "Oxigen no contiene derivados del tabaco, sólo aroma y vapor de agua", defiende Sebastián Gómez, director de marketing de Oxigen.

Aquí vale hacer una distinción entre aquellos cigarrilos electrónicos que contienen nicotina y los que no contienen nicotina. "La nicotina, liberada en ciertas cantidades, puede producir efectos tóxicos, adictivos y psicológicos, y no está regulada la cantidad de nicotina que emiten estos productos", advirtió Verra.

En cuanto a aquellos e-cigarettes que dicen no contener nicotina, tampoco se sabe en definitiva qué es lo que realmente contienen, ya que al no ser productos medicinales ni alimenticios escapan al control de las entidades que regulan los contenidos de estos tipos de productos.

En julio de este año, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), de los Estados Unidos, dio a conocer el resultado del análisis del líquido contenido en dos de las marcas más publicitadas de estos productos en ese país.

"Un análisis de laboratorio de muestras del cigarrillo electrónico ha encontrado que contiene agentes carcinogénicos como la nitrosamina, y toxinas químicas tales como etilenglicol, un ingrediente usado como anticongelante", informaba el comunicado de la FDA. Otros estudios de esa entidad hallaron nicotina en cigarrillos electrónicos que decían no contener esa sustancia.

Para la doctora Verónica Schoj, consultora regional en tabaquismo de la Fundación Interamericana del Corazón, "se lo vende como la versión moderna del cigarrillo light, que en su momento se presentaba como una forma menos dañina de fumar, pero luego se demostró que causaba una mortalidad igual o mayor que el cigarrillo común".

Y agregó: "Creo que no deja de ser una forma de perpetuar y reforzar un hábito nocivo instalado, que es el rito de fumar y echar humo".

Qué opinan del e-cigarette los fumadores

"De gusto no es muy rico, pero quizás una tenga que acostumbrarse. Lo que sí puede tener de bueno es que, al tener un cigarrillo electrónico en la mano, me saqué la ansiedad y las ganas de fumar", dijo tras probar el e-cigarette Oxigen Verónica Rodríguez Murguiondo, de 43 años, que fuma un paquete por día.

"Imagino que puede servir para fumar un poco menos, pero no para dejar de fumar", agregó.

María José, de 44 años, dijo que no reemplazaría ninguno de los siete cigarrillos que fuma cada día por un cigarrillo electrónico. "En las primeras dos pitadas tuve la sensación de que era un tabaco más liviano, como el de un cigarrillo light, que no es lo que fumo. Y a partir de la tercera pitada me dejó un gusto entre dulzón y agrio que me duró por horas."

Para Alejandro, de 37 años, "el cigarrillo electrónico tiene un sabor raro para un fumador. No lo fumaría, excepto en algún momento de mucha ansiedad en un lugar donde no se puede fumar. En un avión, por ejemplo, creo que podría ser útil".

En un avión, pero también en un restaurant o en un café, donde la prohibición de fumar es clara, "vapear" -así llaman al acto de inhalar el vapor- un cigarrillo electrónico puede no ser visto con buenos ojos.

"Si bien no es un producto que esté alcanzado por la prohibición de fumar [que rige en locales gastronómicos], imagino que la gente de las mesas de alrededor que ve que una persona comienza a usar uno de estos cigarrillos electrónicos preguntará: «¿Qué es esto?»", dijo Luis María Peña, presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés.

"En los tiempos que llevamos sin tabaco pasó una cosa fantástica -agregó-. En el bar reapareció el aroma del café, y la gente se acostumbró a fumar afuera. No creo que se pueda volver de eso."

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