12.10.15 - Como sucedió con la radio y la televisión en su momento, hoy en día parece que la figura del camarógrafo pende de un hilo.
A fines de 2014 la imagen de una reportera grabándose con su propio
smartphone suscitó muchos comentarios y chistes. Lo que
en aquel momento fue poco más que una anécdota, una televisión local
suiza lo ha convertido en noticia tras dar a conocer el nuevo equipo
estándar para sus periodistas: un iPhone 6, un palo para selfies y un micrófono.
Desde hace dos meses –relata el periódico suizo Le Temps-
esta cadena ha sustituido las cámaras tradicionales y sus
correspondientes operadores por este equipamiento. Los responsables de Léman Bleu
argumentan que esta apuesta no solo permite reducir el peso de los
equipos y tener una capacidad de respuesta más ágil, sino que
lógicamente también abarata los costes de producción.
Tal y como recuerdan desde PetaPixel,
ya en 2014 la cadena estadounidense Fox46 probó una fórmula similar,
pero acabó descartándolo por los problemas de calidad de las secuencias.
En
el mundo de la prensa escrita el caso más sonado de apuesta ciega por
los smartphones es el del diario Chicago Sun-Times, que en mayo de 2013
despidió a prácticamente todos sus fotoperiodistas en plantilla (entre
ellos John H. White, ganador de un Pulitzer) y equipó a sus redactores
con un iPhone para encargarse de la parte gráfica junto a fotógrafos free lance.
Pero a no desesperar. La radio no desapareció ante la llegada de la TV, ni esta ante la irrupción del cine. La cuestión será acomodarse a las nuevas tecnologías e incorporarlas a las tareas cotidianas, sin teorías apocalípticas.
Via. Agustín Raimondo
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