10.09.19 -
EspaƱa.-
Aunque Bose es una firma reconocida por sus sistemas de sonido premium, de vez en cuando nos sorprende con algún producto curioso que se aleja de los clÔsicos altavoces o auriculares. El último ejemplo son las Bose Frames: unos anteojos de sol que se conectan al smartphone por Bluetooth y funcionan (simplificando mucho) a modo de auriculares inalÔmbricos.
MƔs de lo que parecen //
A simple vista tienen la apariencia de unos anteojos comunes y corrientes. Con una montura negra disponible en dos diseƱos diferentes (uno redondeado y otro mƔs clƔsico), sus cristales protegen la vista en un 99% de los rayos UVA y UVB.
A simple vista, el Ćŗnico indicio de que estamos ante un modelo especial se encuentra en sus patillas, algo mĆ”s gruesas de lo habitual. Y es que son el lugar elegido por la firma americana para integrar el conjunto de microaltavoces de 16 milĆmetros que dirigen el sonido directamente hasta los oĆdos. Eso no implica que se trate de un modelo pesado o incómodo: no superan los 45 gramos.
Su función principal es la de reproducir el audio procedente del smartphone sin cables: desde música hasta las llamadas en modo manos libres o las instrucciones de Google Maps para llegar a una dirección concreta. Y lo hace a la vez que permite escuchar el entorno o mantener conversaciones.
La experiencia de escuchar mĆŗsica es, al principio, extraƱa. Y es que el sonido es tan amplio que parece que estĆ”s empleando unos altavoces y molestando a todo aquel que haya cerca. Pero la realidad es que las personas que se encuentran alrededor no perciben nada en absoluto. De hecho, durante las pruebas se han multiplicado las expresiones de incredulidad cuando alguien descubre que estĆ”s escuchando mĆŗsica, y tambiĆ©n las miradas extraƱadas al verte hablando sola por la calle. El sistema estĆ” bien conseguido y sólo deja salir cierto murmullo cuando se configura un nivel de volumen alto; por encima del 50% de su capacidad. Algo que, por otro lado, no es necesario en la mayorĆa de los casos.
MĆŗsica para los oĆdos
//
La calidad de audio es igualmente admirable para tratarse de un producto como este: sĆ, los bajos no igualan a los de unos auriculares similares en precio (229 euros), pero el sonido es claro y enĆ©rgico, sin distorsión hasta un volumen razonable (alrededor del 70%).
Algunas respuestas a preguntas que siempre suscitan estas Bose Frames: se basan en el uso de altavoces, no en la tecnologĆa de conducción ósea; no son adecuadas para deportes (resultan resistentes a salpicaduras y el sudor podrĆa daƱarlas); se puede ver vĆdeo sin problemas porque no hay desincronización con la imagen; y es posible cambiar las lentes. De hecho, Bose sacarĆ” próximamente a la venta algunas opciones polarizadas y de colores que se comprarĆ”n como accesorio y podrĆ”n cambiar los propios usuarios.
AdemĆ”s, estas gafas son compatibles con Bose AR, una plataforma de realidad aumentada de audio: emplea información contextual para mejorar la prĆ”ctica deportiva o aportar detalles adicionales durante los viajes. Por ejemplo, en una aplicación de mapas tendrĆa en cuenta hacia dónde estĆ”s mirando (lo que detecta gracias a un sensor de 9 ejes) para utilizar referencias visuales para guiarte, o irĆa dando detalles sobre los monumentos que encuentras a tu paso.
Este servicio todavĆa tiene muchas limitaciones, aunque se prevĆ© que vaya mejorando con el paso del tiempo: hay pocas aplicaciones disponibles (que hay que instalar por separado), estĆ”n en inglĆ©s y sólo son compatibles con iPhone, no con terminales Android.
Conectar y listo //
Tanto la configuración como el uso de las Bose Frames son extremadamente sencillos. Se controlan desde un Ćŗnico botón situado en la patilla derecha. Al pulsarlo, una voz (en espaƱol latino) informa de la carga restante de la baterĆa y del estado de la conexión. Un toque mĆ”s inicia la reproducción de mĆŗsica, otro la detiene, dos hacen que se pase a la siguiente canción… Del mismo modo, ayuda a descolgar una llamada entrante (y a colgar) y permite activar el asistente de voz del telĆ©fono móvil. Luego, se apagan girĆ”ndolas un par de segundos.
Aunque se trata de uno de los productos tecnológicos que mĆ”s me ha sorprendido en los Ćŗltimos meses, estas Frames no son perfectas. Por ejemplo, se acompaƱan de una funda tradicional, lo que no podemos dejar de ver como una oportunidad perdida para incorporar una baterĆa adicional que complemente la de las gafas. En este caso, se queda en unas tres horas de uso y 12 en stand by. Hay otro aspecto relacionado con la baterĆa que no convence: se cargan a travĆ©s de un pin magnĆ©tico propio (hubiera sido interesante ver un puerto microUSB o USB type C) y el cable integrado es demasiado corto.
Visto en elpais.com / Verónica Calderón




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