#CIGARRILLO | Cayó 30% en 10 años su consumo y crecen las consultas para dejar de fumar


19.07.19 - Argentina, 1981. Plena dictadura militar, Queen visitaba el país y hacía delirar a los fanáticos en el estadio de Vélez, todavía se celebraba el campeonato mundial de fútbol y también se llegaba a un récord: se fumaban 77,6 paquetes de cigarrillos por persona. Pasaron muchos años, nuevas leyes restrictivas, aumentos de impuestos, crisis económicas y cambios culturales que implicaron que durante el año pasado cada argentino haya consumido 39,1 paquetes: el número más bajo de los últimos 75 años.

El dato surge de estadísticas del Ministerio de Agroindustria, que calcula la cantidad de paquetes de cigarrillos vendidos en un año todo el país, lo divide por la población total calculada por el INDEC, y de ahí saca el consumo aparente por habitante.

Ese promedio (39,1) cayó un 4,2% en el último año, un 17% desde 2015 (cuando eran 47,1 paquetes) y 30% en la última década, ya que en 2008 aún se compraban 55,9 paquetes anuales por persona, 17 más que ahora.

Frente al récord de 1981 (78 paquetes anuales per cápita), se está ya un 50% por debajo. No hay antecedentes de un consumo per cápita tan reducido como el actual desde 1944, la época de la Segunda Guerra Mundial y del inicio del peronismo.

¿Crisis económica? ¿Mayor conciencia social? ¿Cambio cultural? Los motivos para intentar explicar esta caída en el consumo son varios. La principal es el aumento de los precios, que forzó a muchos a reducir las cantidades o directamente a intentar dejar el hábito. Hoy un atado de 20 unidades, de primera marca, ya vale unos $ 88.

Los expertos hablan además del efecto de varias medidas adoptadas en los últimos años: “Las reformas fiscales que elevaron los impuestos y que elevaron los precios, la prohibición de casi toda publicidad, la restricción de fumar en múltiples ámbitos y las fuertes advertencias gráficas en los paquetes son las claves para entender la disminución”, considera Verónica Schoj, directora de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades Crónicas No Transmisibles de la Secretaría de Salud de la Nación.

Según la médica, el informe tiene datos "crudos y preliminares", que sostendrían la hipótesis de que el consumo estaría disminuyendo. “Estos números nos alegran, pero aún debemos esperar. Hay que saber que en Argentina se mueren 40 mil personas por año por el consumo de cigarrillos y que genera el 10% del gasto total de la salud pública”.


Desde el Programa de Prevención y Control del Tabaquismo en la Ciudad de Buenos Aires, su director, Sergio López Costa, aseguró que en Buenos Aires se fuma cada vez menos y para confirmarlo utiliza las cifras que surgen de la cantidad de personas que consultan en los centros de informes para dejar el hábito. En total, los pedidos de ayuda para romper ese lazo con el cigarrillo aumentó un 38% en dos años: “En 2016 hubo 13.604 consultas, en 2017 se realizaron 16.352, mientras que en 2018 fueron 18.840”, dice el médico especialista. Eso equivale a dos pedidos de ayuda por hora.

López Costa agrega que en los últimos años debieron crear más centros de consultas porque la demanda era cada vez mayor. “Tenemos 32 centros distribuidos en toda la Ciudad donde la gente puede sacar turno y atenderse de manera gratuita con especialistas. Algunos de manera individual y otros de manera grupal”, suma.

Otra advertencia que preocupa y que muestra un ascenso cada vez más marcado es el cigarrillo electrónico, prohibido por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) desde 2011.

Lo que alarma a los especialistas en este sentido es que los pacientes que llegan a los consultorios dicen haber dejado el cigarrillo clásico por el electrónico, como si ese cambio fuera un beneficio para su salud: “Notamos una ignorancia grande, no son conscientes de que también es adictivo y tiene graves consecuencias”, admite López Costa.

Su colega Schoj completa: “Nos preocupa lo que vemos en la calle. El cigarrillo electrónico parece que se convirtió en algo ‘cool’ pero causa el mismo daño que la nicotina clásica. Afecta en la iniciación de los más chicos y culturalmente parece que está bien visto”.

Beneficios Inmediatos // Está comprobado que el cigarrillo está directamente relacionado con la aparición de muchas enfermedades, como distintos tipos de cáncer: de pulmón, laringe, faringe, riñón, hígado, vejiga; enfermedades cardiovasculares como infartos, ACV, aneurismas; otras del tipo respiratorio como bronquitis crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC); e infecciones respiratorias reiteradas. A eso se le suma que en las mujeres el tabaquismo tiene graves consecuencias en el sistema reproductor. 

Los beneficios al abandonar el tabaco, según los expertos, se sienten de inmediato: a los 20 minutos la presión arterial y la frecuencia cardíaca regresan a sus niveles normales. A las 8 horas, la respiración es más profunda y hay una mejor oxigenación pulmonar. A partir de las 48 horas, se normalizan los sentidos del gusto y el olfato, mientras que a las 72 horas, se normaliza la función respiratoria. Además los hombres y mujeres que dejan de fumar entre los 35 y los 39 años de edad ganan entre 3,2 y 5,1 años de expectativa de vida. 

Dónde consultar // En la Ciudad de Buenos Aires, se puede llamar a la línea 147 y solicitar información para el Programa de Prevención y Control del Tabaquismo. La ubicación de los servicios gratuitos puede consultarse aquí

A nivel nacional, el Programa Nacional de Control del Tabaco de la Secretaría de Salud ofrece en su sitio web una guía de los centros a los que se puede recurrir en las distintas provincias, y ofrece la línea gratuita 0800-999-3040 para mayor información. 

Visto en Clarin.com

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