18.12.12 - España.- Dentro de los tips o recomendaciones para el cuidado de la voz, estÔ aquel que recomienda dormir no menos de ocho horas, para que los músculos vocales tengan un tiempo de descanso y recuperación. Pero, según esta nota, algunas personas necesitan menos.
VĆa: elpais.com
¿CuĆ”l es el nĆŗmero ideal de horas de sueƱo? La respuesta fĆ”cil es entre siete y ocho diarias. La exacta: depende de la necesidad de cada persona. Al 90% de la población el cuerpo le pide un mĆnimo de siete u ocho horas para descansar lo suficiente. Pero, de la misma forma que hay un 5% que necesita mĆ”s, hay otro 5%, como apunta el especialista en sueƱo Eduard Estivill, a quienes les basta con dormir habitualmente tan solo cinco o seis horas para mantenerse activos a lo largo de la jornada sin que se les escape un mal bostezo o muestren seƱales de somnolencia durante su actividad diaria.
Lo que en el resto de la población se traducirĆa con el paso del tiempo en alteraciones metabólicas y problemas cognitivos y emocionales, dormir poco no les pasa ninguna factura a estas personas. Lo normal de quien llega a los 90 aƱos de vida es que, de este tiempo, haya estado 30 aƱos durmiendo. En el caso de los dormidores cortos (denominación importada la expresión inglesa short sleepers acuƱada para definir a esta especie de casta de amantes de la vigilia) en 90 aƱos de vida habrĆ”n dormido una media de 22,5 aƱos. Es decir, habrĆ”n vivido despiertos 7,5 aƱos mĆ”s.
Descansar menos de lo necesario afecta al metabolismo y a la función cerebral
Este grupo de personas estĆ” recabando cada vez una mayor atención por parte de la comunidad cientĆfica, que trata de encontrar las razones que expliquen por quĆ© hay gente que durmiendo dos horas menos que la media rinde exactamente igual que el resto. Distintos trabajos relacionan la necesidad de dormir poco con variaciones en la secuencia de algunos genes, lo que quiere decir que existirĆa una predisposición genĆ©tica a manifestar este comportamiento. Uno de ellos, publicado en la revista Science en 2009, partió del estudio de una familia en la que, tanto madre como hija dormĆan un promedio de 6,25 horas frente al resto, que pasaba en la cama 8,06 horas, tambiĆ©n de media. El anĆ”lisis genĆ©tico del grupo familiar (de 19 miembros) arrojó que las dos compartĆan una particularidad en su ADN. En concreto, en el gen DEC2, relacionado con la regulación de los ritmos circadianos, el reloj biológico que marca los tiempos vitales. En ambos casos, lo que sucedĆa es que habĆa una alteración en un nucleótido (las bases o letras quĆmicas que componen el genoma) del gen. Donde debĆa haber una C (citosina) habĆa una G (guanina), un cambio que no fue encontrado en otras 250 muestras humanas con las que se comparó el ADN de las protagonistas del estudio.
Otra de las conclusiones que extrajeron fue que las consecuencias en el sueƱo de la variación genĆ©tica tenĆan un mayor peso en los paĆses donde existĆa una mayor variación de horas de sol. “AhĆ se ve claramente la combinación entre la influencia ambiental y la genĆ©tica en las alteraciones del descanso”.
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| No sabemos para quƩ sirve el sueƱo |
Pero, en general, queda aĆŗn bastante camino por recorrer en la tarea de desentraƱar las claves del descanso nocturno. Y no solo en lo que respecta a las claves genĆ©ticas. “Es cierto que con exactitud aĆŗn no sabemos muy bien para quĆ© sirve el sueƱo”, admite abiertamente Javier Puertas, neurofisiólogo experto en trastornos del sueƱo y miembro de la junta directiva de la Sociedad Europea del SueƱo. AƱade Juan Antonio Madrid, catedrĆ”tico de FisiologĆa de la Universidad de Murcia. “No sabemos por quĆ© los animales tienen que dormir, aunque el sueƱo debe ser muy importante; si no tuviera sentido serĆa el mayor error de la selección natural”.
De forma indirecta, como indica Puertas, responsable de la unidad del sueƱo del hospital de La Ribera (Valencia), se sabe que la falta de sueƱo tiene importantes consecuencias en la salud de las personas, tanto en la alteración del metabolismo como en el deterioro de las funciones cognitivas (la memoria, la concentración y el aprendizaje) y emocionales. Por ello, por pasiva, no hay duda de que es una función muy relevante en los seres vivos, por lo menos, a dos niveles. Por un lado, en lo que respecta a la restauración metabólica, es decir, la regeneración necesaria para compensar la actividad fĆsica de la jornada. El segundo nivel es el relacionado con los trabajos de mantenimiento de la actividad cerebral. Tanto la fijación de los recuerdos y vivencias que pasarĆ”n a la memoria de largo plazo como la reorganización y optimización de las conexiones cerebrales.
En unos tiempos marcados por la exaltación de la productividad, los dormidores cortos podrĆan ser considerados como un modelo a imitar de eficiencia en el descanso. Pero ¿se puede aprender a dormir poco? La respuesta tanto de Madrid como de Estivill a esta pregunta es un claro “no”. Como explica este Ćŗltimo, “dormir es la actividad mĆ”s importante de nuestra vida. Y si a lo largo de 90 aƱos necesitamos pasar 30 aƱos dormidos, es para poder estar otros 60 aƱos despiertos”.
Cada cual necesita su propio horario de descanso, por lo que “no se puede entrenar a nadie a dormir poco”, insiste Madrid. Por ello Estivill alerta ante la aparición de esas tĆ©cnicas que ofrecen aprender a dormir menos. “No tienen ningĆŗn aval de la comunidad cientĆfica”, advierte. Los expertos consideran que no se puede enseƱar a dormir menos
El descanso nocturno consiste en ir bajando peldaƱos. La primera fase es un sueƱo superficial de entre 15 y 20 minutos. A partir de ese momento se entra en un estado mĆ”s profundo “en el que suceden muchas cosas importantes”, relata Estivill. Por ejemplo, es cuando tiene lugar el momento de mĆ”xima regeneración tisular o cuando se activa la hormona del crecimiento. La siguiente fase es el denominado sueƱo REM. “AquĆ pensamos que se configura la memoria”. El conjunto de estas fases configura un ciclo completo de sueƱo. Y a lo largo de la noche, se cubren entre tres y cinco ciclos en función de la edad. “Si pretendemos dormir a trocitos no entraremos nunca en el sueƱo profundo ni el REM por lo que nunca tendremos un descanso reparador”, destaca Estivill.
Por ello, como indican los especialistas, la mejor forma de aprovechar el tiempo, o la vida, no puede pasar por robarle tiempo al descanso nocturno. “El sueƱo y la vigilia son dos caras de la misma moneda, que es la vida. Descansar lo suficiente es la mejor forma de permanecer activo y viceversa”, plantea Madrid.





3 comentarios:
QuĆ© artĆculo interesante!!! Lamentablemente formo parte de los "DORMIDORES CORTOS" jaja!! Y no hay forma de revertirlo... Y eso que lo intento. Veremos quĆ© me depara el destino estando mĆ”s aƱos despierta...
Quedo a la espera del post que cierre el año. Presión??? No!! Para nada... Ja ja!
Besos!
Vero.-
Jajaja!!! Como dirĆa el "filósofo" Mostaza Merlo: "Paso a paso".
Saludos!!!
Aclaro... AdemƔs de "dormidora corta", soy paciente. SƩ esperar... Mi comentario fue a modo de recordatorio. Jajaja!!
Saludos muuuy lluviosos desde Rosario!!!
Vero.-
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