#TIPSDELAVOZ | Reprograma tu inconsciente cambiando como hablas


14.11.17 - ¿SabĆ­as que el lenguaje influye en cosas como profecĆ­as autocumplidas, inhabilidad o Ć©xito para cumplir metas y resolver problemas? Aprende una tĆ©cnica para alinear lo que dices con lo que quieres lograr y pon a tu inconsciente a tu servicio.

Lo usamos tan naturalmente como respiramos y la mayorĆ­a de nosotros no le presta mucha atenciĆ³n. El lenguaje es una poderosa herramienta para comunicar y tiene mĆ”s influencia sobre nuestras vidas de lo que nos damos cuenta. ¿Te ha pasado lo tĆ­pico de hacer justo lo contrario de lo que querĆ­as? Eso de que cruzas los dedos para que algo no pase, y pasa. “No me quiero caer, no me quiero caer” y te tropiezas; “no puedo fallar, no puedo fallar” y fallas; “no debo decirle eso a esa persona” y, cuando menos lo pensaste, se te escapa. Las causas estĆ”n arraigadas en aquella misteriosa parte de nuestro cerebro que ha fascinado a los cientĆ­ficospor mĆ”s de un siglo: el inconsciente.

Entendiendo un poco al inconsciente // El inconsciente es aquella parte de nuestra mente de la cual no estamos conscientes. Es la parte que se encarga de hacer funcionar nuestro cuerpo, de interpretar y almacenar la informaciĆ³n recibida por nuestros cinco sentidos (que, se estima, es 11 mega bits de informaciĆ³n por segundo), organiza y guarda recuerdos, y cumple un sinnĆŗmero de otras funciones relacionadas. Hay estudios que sugieren que nuestras decisiones, acciones, emociones y comportamiento dependen en un 95% del pensamiento que se da de manera inconsciente. 

En contraste, la parte consciente de nosotros (que constituirĆ­a el 5% restante de nuestro pensamiento) es aquella sobre la que estamos ¡sorpresa! conscientes mientras estamos despiertos. Es la voz dentro de nuestra cabeza y funciona lĆ³gica, racional y secuencialmente; ordena la informaciĆ³n, busca patrones y la procesa y clasifica de manera que podamos entenderla. Ahora bien, lo que hay que destacar es que cuando decimos algo conscientemente, puede tener efectos en nuestro inconsciente. 

Una caracterĆ­stica esencial del inconsciente es que funciona a travĆ©s de sĆ­mbolos e imĆ”genes, en vez de texto o letras. Esto implica que, como el mismo Freud lo sostuvo en su tiempo, el inconsciente no procesa negativos. Si te digo: “no pienses en una silla roja”, ¿quĆ© se te viene a la mente? Muy probablemente, una silla roja. 

De la misma manera, si me digo a mĆ­ mismo “no puedo fallar”, “no quiero caerme” o “no debo comer papas fritas”, el inconsciente tendrĆ­a imĆ”genes de fallar, caer y papas fritas (independiente de que sean cosas que te gusten o no). Esto no quiere decir que siempre falle, me caiga o zambulla la cara en una bolsa de papas Lay’s, pero aumenta considerablemente las probabilidades de que estas cosas sucedan. 

¿QuĆ© puedo hacer al respecto? // Refrasear (esto es, poner lo mismo en palabras distintas o con otro Ć”ngulo), y expresar tus deseos afirmativamente. “Quiero triunfar”, “quiero mantener el equilibrio” o “quiero resistir la tentaciĆ³n”, “debo mantener la figura”, para los ejemplos dados arriba. Si todavĆ­a no te convence esto, piensa lo siguiente: ¿quĆ© es mejor? ¿Decir “no soy un mentiroso”, o “soy una persona que dice la verdad”? ¿“Voy a intentar no fallar” o “voy a intentarhacer las cosas bien”? 

Esta herramienta (pues sĆ­, es una herramienta) es muy popular entre los polĆ­ticos y oradores en general, como podrĆ”s imaginar, y ademĆ”s puede hacer una gran diferencia en tu dĆ­a a dĆ­a. 

Del "no puedo" al "debo mejorar" // Todos tenemos cosas que nos gustan y que no nos gustan. La pregunta es: ¿en quĆ© me quiero enfocar? El poner mĆ”s atenciĆ³n a las cosas negativas es un aspecto natural de nuestro cerebro. Referido por el neuropsicĆ³logo norteamericano Rick Hanson como el “sesgo negativo”, la informaciĆ³n negativa es, instintivamente, mĆ”s relevante para nuestro cerebro pues activa nuestros mecanismos de supervivencia. En sus palabras, “el cerebro es como velcro para las experiencias negativas y teflĆ³n para las positivas. El resultado natural es un creciente –e injusto- residuo de dolor emocional, pesimismo e inhibiciĆ³n entumecedora en nuestra memoria implĆ­cita”. Eso sĆ­, el mismo Hanson dice que con un poco de esfuerzo y consciencia, esto se puede vencer. 


Si me repito una y otra vez que “no me gustan las clases” o “no me gusta el fĆŗtbol” (dos cosas que son perfectamente vĆ”lidas) claramente no lo voy a pasar bien en ambas, y quizĆ”s hasta me angustie pensando al respecto. Pero, si refraseo, puedo encontrar una manera mĆ”s productiva y hĆ”bil de enfrentar estas incomodidades: “me gustarĆ­a pasarlo mejor en clases”, “me gustan mĆ”s los fines de semana” o “quisiera ser mejor para el fĆŗtbol” (y mejor aĆŗn, ponerse un objetivo "debo entrenar para ser mejor en el fĆŗtbol"), el punto de enfoque cambia. Podemos concentrarnos en lo que nos gusta o en maneras para trabajar en aquello que no nos gusta tanto, en vez de sentir aquella vieja impotencia cada vez que nos encontrĆ”bamos en clase o en medio de un partido. Para algunas personas esto cuesta en un comienzo, pero con prĆ”ctica se hace mĆ”s fĆ”cil y mĆ”s natural. 

Lo mismo corre para la opiniĆ³n de nosotros mismos. Somos muy susceptibles a las "etiquetas" y una vez que las adoptamos ("no soy bueno para las matemĆ”ticas") es muy difĆ­cil dejarlas de lado, pues las transformamos en nuestra realidad. Por eso, es importante no etiquetarse y buscar formas positivas de expresar lo mismo ("me falta mejorar en matemĆ”ticas") de modo que para nuestro inconsciente, pase de ser una caracterĆ­stica inmutable, a un estado temporal posible de modificar. 

Refraseando objetivos // Algo similar ocurre a otro nivel, cuando queremos lograr algo. “No quiero ser gordo”, “no quiero seguir endeudĆ”ndome” o “no quiero procrastinar mĆ”s”. Vas a sentirte mejor y estar en mejor camino para lograr un cambio efectivo si refraseas esas aseveraciones a “quiero adelgazar”, “quiero ser responsable con mi manejo del dinero” y “quiero aprender a ser productivo”, por dar tres ejemplos. 

En el Ć”mbito del coaching, se dice que la mente consciente es la que fija los objetivos, y el inconsciente es el que se encarga de lograrlos. Con esto en mente, para fijar metas sĆ³lidas lo mĆ”s recomendable es que el objetivo estĆ© fraseado afirmativamente (“quiero perder peso”, “quiero ahorrar dinero”), ser especĆ­fico (“quiero perder X kilos”, “quiero ahorrar X pesos”) y poner un perĆ­odo de tiempo (“quiero perder X kilos al 30 de diciembre de este 2014”, “quiero ahorrar X pesos al 24 de abril del 2015”). El mĆ©todo mĆ”s comĆŗn usado por personas que hacen coaching son las metas S.M.A.R.T. (muy recomendado). Puedes echarles una mirada en este link. 

Obviamente, hay personas que pueden decir “no quiero ser gordo” e ir, ponerse a rĆ©gimen y bajar la cantidad de peso que quieran sin tener que refrasear al afirmativo el objetivo. Asimismo, puede haber veces donde pensamos “no quiero caerme” y no nos caemos. El punto es que aumentamos considerablemente nuestras probabilidades de Ć©xito, bienestar y felicidad cuando aprovechamos al mĆ”ximo la ayuda de nuestro inconsciente para lograr nuestros objetivos y resolver nuestros problemas. 

Puede que nuestro cerebro estĆ©, por defecto, diseƱado para enfocarse en pensamientos y eventos negativos, pero hay varias disciplinas y corrientes de pensamiento que afirman y han comprobado que, con un poco mĆ”s de esfuerzo y energĆ­a, se puede dar vuelta eso y enfocarse en lo positivo. Esto no quiere decir que evitemos el “no” por completo, al contrario; se trata de que estemos conscientes de cĆ³mo decimos las cosas, y que sepamos que lo que decimos y cĆ³mo lo decimos tiene un efecto sobre nosotros y tambiĆ©n sobre los demĆ”s. 

Visto en ElDefinido.cl

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