02.08.17 - EspaƱa.- Que la palabra tiene poder, nadie tiene dudas. Susan Perrow, cuentacuentos, formadora de maestros, consultora y educadora, llevĆ³ un poco mĆ”s allĆ” Ć©sta energĆa y la trasladĆ³ a los cuentos.
En el formato pregunta-respuesta, la protagonista nos cuenta un poco de su historia y el poder de los cuentos.
¿CuĆ”l ha sido el cuento mĆ”s importante en su vida?
El que la transformĆ³. Una noche le contĆ© a mi hijo mayor, Kieren, que tenĆa entonces siete aƱos, un cuento tradicional inglĆ©s, Los brownies.
¿De quĆ© trata?
De un padre que habĆa perdido a su esposa y estaba siempre malhumorado. El hijo le preguntĆ³ a su abuela por quĆ© su padre se habĆa olvidado de sonreĆr, y ella le explicĆ³ que los brownies, unos duendecillos, ya no acudĆan a su casa a hacer las tareas domĆ©sticas...
La historia es larga, pero la cuestiĆ³n es que el niƱo del cuento acaba entendiendo que Ć©l debe hacer la tarea de los brownies, asĆ que mientras su padre duerme limpia la casa.
¿Por quĆ© ese cuento cambiĆ³ su vida?
Durante dos semanas Kieren se levantĆ³ muy temprano y limpiĆ³ la casa mientras yo dormĆa.
¿GruƱĆa usted?
Me acababa de divorciar, probablemente yo era esa madre que se habĆa olvidado de sonreĆr. A raĆz de ese acontecimiento, hace 32 aƱos, me tomĆ© en serio los cuentos y les dediquĆ© la vida.
¿QuĆ© ha descubierto?
Los cuentos hablan directamente a la imaginaciĆ³n de los niƱos, les abren mundos y tienen el poder de sanar sus heridas, miedos y malos comportamientos; los incentivan y los educan. ¿Sabe quĆ© le dijo Einstein a una madre que le pidiĆ³ consejo para potenciar la mente matemĆ”tica de su hijo?
“Si quiere que sea mĆ”s inteligente, cuĆ©ntele cuentos a su hijo”.
...Cuando ella insistiĆ³ en lo de las matemĆ”ticas, Einstein aƱadiĆ³: “...Y cuĆ©ntele mĆ”s cuentos si quiere que sea sabio”. Si yo le hubiera dicho a mi hijo “mamĆ” va muy cansada y debes ayudarla”, ¿cree que habrĆa funcionado?
No.
Para los niƱos el mundo imaginativo y espiritual puede ser tan real como el fĆsico y cotidiano, y cruzan ese puente continuamente.
¿Hay cuentos para cada situaciĆ³n?
La experiencia me lo ha demostrado, como cuando una madre me pidiĆ³ ayuda para destetar a su hijo de tres aƱos. InventĆ© el cuento de un koala ya crecidito al que su madre ya no podĆa cargar en la espalda. El niƱo siguiĆ³ pidiendo el cuento, lo fue asimilando, y dejĆ³ de mamar.
IncreĆble.
El cuento se asienta en la cabeza del niƱo, se convierte en parte de Ć©l. Alguien le preguntĆ³ a uno de mis hijos a sus seis aƱos por quĆ© le gustaban los cuentos. Ćl respondiĆ³: “Porque piensan sobre lo que yo pienso”.
Hay cuentos luminosos en toda cultura.
SĆ, y tambiĆ©n podemos aprender a crearlos para combatir la mentira, avaricia, timidez, rabia, envidia..., no hay comportamiento que un buen cuento no pueda iluminar y transformar.
Los adolescentes ya no quieren cuentos.
No quieren sermones, hay que ser sutil para que la historia les alcance, pero yo he visto como el poder de un cuento conseguĆa que una chica que no querĆa salir de casa con su silla de ruedas acababa identificĆ”ndose con una historia y aceptando su situaciĆ³n.
Un simple cuento ¿puede cambiar nuestra actitud ante la vida?
SĆ, y proponernos nuevos caminos. Cuando mi hijo pequeƱo tenĆa cinco aƱos sorprendiĆ³ a los mayores hablando de la falsedad de PapĆ” Noel, y decidĆ inventar un cuento.
¿CuĆ”l era su mensaje?
Que PapĆ” Noel es un espĆritu generoso que entra en los niƱos cuando son lo bastante mayores para ser capaces de construir sus propios regalos. A mis dos hijos mayores les inspirĆ³ tanto que inventaron cantidad de regalos para amigos y parientes que envolvieron y pusieron bajo el Ć”rbol.
¿TambiĆ©n existen cuentos para curar el alma de los adultos?
Imparto seminarios en todo el mundo enseƱando a los adultos a crear cuentos sanadores, y la barrera con la que me encuentro para desarrollar su pensamiento imaginativo es el escepticismo, pero los resultados son evidentes...
ConsiguiĆ³ que la NarraciĆ³n de Cuentos fuera asignatura universitaria.
El Gobierno canadiense estĆ” invirtiendo mucho esfuerzo en tratar de establecer un currĆculo educativo que pone el cuento en el centro del dĆa a dĆa de las clases.
¿Para cualquier asignatura?
SĆ, el cuento ayuda a crear una conexiĆ³n imaginativa con la asignatura aumentando la posibilidad de que el niƱo se entusiasme con el tema.
¿QuĆ© cuento le ha ayudado a usted?
Cuando estĆ”bamos en Kenia impartiendo un curso en la Universidad de Nairobi, mi segundo marido y yo fuimos secuestrados por siete hombres armados. Nos ataron y nos llevaron a un lugar donde habĆa otras personas secuestradas, algunas mujeres habĆan sido violadas.
Un mal trago…
Sobrevivimos de milagro, pero quedamos totalmente traumatizados. RescindĆ el contrato y volvimos a Australia. AcudĆ entonces a un seminario de una famosa cuentacuentos norteamericana, Nancy Mellon, que al ver mis cuentos llamĆ³ a su editor inglĆ©s.
...
Y se hizo famosa.
Los cuentos suelen partir de una situaciĆ³n de desequilibrio y a travĆ©s de un viaje se llega a una situaciĆ³n de equilibrio. La situaciĆ³n mĆ”s traumĆ”tica de mi vida me llevĆ³ a lanzar mi carrera.
Visto en FonoaudiologĆa UNC | LaVanguardia.com
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