19.07.16 - Investigadores de la Universidad de Salamanca están diseñando un
dispositivo que servirá para diagnosticar alzhéimer de forma precoz a
través del análisis de la voz de las personas mayores. Diferencias en la
prosodia y la acústica casi imperceptibles al oído humano permiten
distinguir a las personas con principios de demencia mediante un
programa de ordenador. Tras reconocer estos parámetros y elaborar una
ecuación que permita identificar el problema, los científicos quieren
construir un dispositivo eficaz y sencillo que alerte ante los primeros
indicios de alzhéimer.
Hasta ahora, “no hay una prueba directa que permita reconocer de
manera fehaciente la presencia de la enfermedad”, afirma Juan José García Meilán, profesor de la Facultad
de Psicología y responsable del proyecto. La mejor herramienta son las
resonancias magnéticas, pero tienen un coste altísimo y no ofrecen un
diagnóstico precoz fiable, ya que reconocen cierto deterioro cognitivo
que en algunos casos podría no ser neurodegenerativo, sino estar
asociado a la edad.
Por eso, el reto de muchos investigadores es encontrar métodos
fiables, baratos y que no resulten molestos para las personas mayores.
Existen algunos test con ese propósito, pero que solo detectan síntomas
de deterioro avanzado, como el olvido de nombres comunes o de la propia
fecha de nacimiento.
Sin embargo, en la voz pueden alterarse mucho antes ciertos
parámetros acústicos y prosódicos. Se trata de factores “no audibles”,
aclara la investigadora Olga Ivanova, “que se tienen que estudiar con un
programa de análisis acústico que muestra las características vocálicas
de una emisión sonora”. Esta herramienta transforma la voz humana en
gráficos que permiten distinguir a los mayores con principios de
demencia.
Pioneros al establecer esta asociación
A grandes rasgos, “las personas con alzhéimer tienden a tener voces
más agudas, con más armónicos y pierden el ruido vocálico característico
de las personas mayores”, apuntan los investigadores, que junto al
grupo de Francisco Martínez, en la Universidad de Murcia, han sido
pioneros en el mundo a la hora de relacionar las características de la
voz con las demencias, tras fijarse en otros científicos que estaban
haciendo lo mismo en párkinson.
Tras identificar una serie de parámetros clave, han desarrollado una
ecuación discriminante que puede identificar a las personas con
principios de alzhéimer, probablemente, con una anticipación de dos o
tres años con respecto a otros métodos, un tiempo que puede ser decisivo
para enfrentarse a la enfermedad.
Facil de Interpretar
El reto en el que están embarcados ahora los investigadores es llegar
a construir un dispositivo que integre todos los pasos, con una
grabadora especializada, un programa de análisis de voz y otro que
aplique la ecuación para ofrecer el resultado final. Sería “un aparato
que haga de forma automática todo lo que nosotros realizamos en el
laboratorio”, de manera que cualquier profesional sanitario o persona
encargada del cuidado de personas mayores pudiera utilizarlo, ya que los
resultados serían “fácilmente interpretables”.
Conseguirlo está un poco más cerca gracias a que este proyecto ha
sido galardonado con el primer premio de la categoría Idea Empresarial
en el Concurso Iniciativa Campus Emprendedor, de la Fundación
Universidades y Enseñanzas Superiores de Castilla y León (FUESCYL), pero
aún quedan detalles por pulir a pesar de que la idea ya acumula seis
años de trabajo.
Con el apoyo de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer
de Salamanca y del Centro de Referencia Estatal (CRE) de Atención a
Personas con Alzheimer y Otras Demencias, con sede en la ciudad, además
de algunas residencias, los investigadores han evaluado ya a unas 450
personas desde que iniciaron esta línea de investigación.
En Busca de las Palabras Apropiadas
Hasta ahora, el método por el que analizaban la voz era la lectura
del primer párrafo de El Quijote, pero en la actualidad, tratan de
buscar frases que sean más adecuadas. “No queremos que sea una prueba de
lectura, sino de lenguaje espontáneo” sin dejar de ser lo más simple
que sea posible.
Por eso, este proyecto aglutina disciplinas tan variadas como la
lingüística, la neuropsicología, la fisiología, estadística o la física,
y cuenta con el apoyo de una empresa que se está encargando de la
construcción del dispositivo final.
Además, los científicos comienzan a pensar ya en la potencialidad que
tiene la voz de cara al diagnóstico de otras patologías. “Lo hemos
aplicado en esquizofrenia y en cuestiones emocionales”, apunta García
Meilán, “incluso estamos pensando en sus posibilidades de cara al
reconocimiento de la mentira en juicios”.
Visto en saladeprensa.usal.es | Rodrigo Maximiliano Jerez
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